Les quiero compartir un poco lo que viví la Semana Santa del año pasado en Chahal, una comunidad que se encuentra en Guatemala.
Conviví con personas de costumbres diferentes a la mía, vestían diferente, hablaban diferente... en fin muchas cosas diferentes a las que tenemos aquí en México, pero adoraban al mismo Dios que nosotros y eso nos hace iguales ante sus ojos.
No tenían dinero, ni carros, ni tantas cosas que nosotros solemos atesorar, lo que si me di cuenta que tenían era unidad y hermandad entre ellos. Y los días santos los vivían con tal fervor que nos transmitían su sentir.
Algunos aquí en Mexicali me decían ¿Porqué te vas tan lejos si aquí hay tanta pobreza y gente que puedes ayudar?... Una amiga me dió la respuesta:
A veces es necesario que Dios te saque de un lugar para llevarte a otro y mostrarte lo que quiere que veas y enseñsarte lo que quiere que aprendas, así obra Dios, tan extraordinario que deja huella.
Dios les bendiga! Y espero que también tengan la oportunidad de vivir una experiencia como la que yo viví...
Laura
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