lunes, junio 20, 2011

SAN PEDRO MÁRTIR

El parque, de 63,000 hectáreas, abarca la región boscosa localizada en la Sierra de San Pedro Mártir y es una de las contadas áreas verdes de la península de Baja California en la que abundan las coníferas. El Parque Nacional San Pedro Mártir exhibe gran belleza natural y es un área establecida exclusivamente para conservar la existencia de la flora y fauna propias del lugar, y para deleitar al visitante. 
Los colonizadores españoles exploraron la zona por primera vez alrededor de 1701. En 1796 los misioneros dominicos fundaron en esa boscosa y abrupta región la misión San Pedro Mártir de Verona de la cual sólo quedan ruinas.
Hay lugares desde los cuales se pueden ver el Océano Atlántico y el Golfo de Cortés. Ahí se encuentra el  Pico del Diablo, situado a una altitud de más de 3000 m, el punto más alto en toda la península bajacaliforniana. Ahí se encuentra el Observatorio Astronómico, que gracias al clima frío y cielos limpios  la mayor parte del año, ocupa el tercer lugar a nivel mundial.

Nuestra preocupación por el medio ambiente nos movió a conocer este parque y ver la forma en que podemos disfrutar la naturaleza.
Los guardabosque nos invitaron a conocer lo que se hace y descubrir todos los servicios que nos brinda la naturaleza.
En estas vacaciones recuerda cuidar el entorno, pues en la medida que lo contaminamos nos perjudicamos nosotros mismos:
1. No lleves desechables, la basura que generes échala en bolsas y llévalas de regreso a casa.
2. Aacampa y haz fogatas en áreas destinadas para ello. Y si se hace una fogata seguir las recomendaciones siguientes:
  1. Elegir un área libre de vegetación, tanto en plano horizontal como vertical.
  2. Limpiar el lugar donde se hará la fogata hasta el suelo mineral, en un radio no menor a un metro;
  3. Colocar piedras para evitar que la leña pueda rodar;
  4. Procurar no dejar sola la fogata a fin de prevenir que se desprendan chispas o pavesas;
  5. Cuando se deje de usar la fogata se deberá apagar completamente, utilizando tierra para sofocarla, revolviendo ésta con las brasas, hasta asegurarse que no exista fuente de calor. Si existiera la posibilidad de conseguir agua, ésta se usará para extinguir la fogata y,
  6. Cuando a pesar de aplicar las anteriores medidas el fuego se propague a la vegetación, se deberá recurrir al auxilio de la dirección y autoridades competentes.



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